Visita también nuestro nuevo Blog:

domingo, 15 de mayo de 2016

Un deseo - Víctor Hugo

Te deseo primero que ames,
y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es,
sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos,
y que, incluso malos e inconsecuentes
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar.

Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas. Y que entre ellos,
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro

Te deseo además que seas útil,
más no insustituible.
Y que en los momentos malos,
cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente
para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que
se equivocan mucho e irremediablemente,
y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven no
madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer
y su dolor y es necesario dejar
que fluyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena, que la risa
habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras,
con urgencia máxima, por encima
y a pesar de todo, que existen,
y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un gato,
alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero
erguir triunfante su canto matinal,
porque de esta manera,
te sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea, y la
acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuántas vidas
está hecho un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico,
Y que por lo menos una vez
por año pongas algo de ese
sólo para que quede claro
quién es el dueño de quién.

Te deseo también que ninguno
de tus defectos muera, pero que si
muere alguno, puedas llorar
sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre,
tengas una buena mujer, y que siendo
mujer, tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente, y que cuando
estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar,
no tengo más nada que desearte.

domingo, 3 de abril de 2016

“Nuestro miedo más profundo” por Nelson Mandela


"Nuestro miedo más profundo no es creer que somos inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es saber que somos poderosos más allá de la mesura.

Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que más nos asusta.
Nos preguntamos
¿Quién soy yo para sentirme brillante, atractivo, talentoso, fabuloso?

Pero en realidad, ¿quién eres tú para no serlo?
Tú eres un niño de Dios.
Tu juego a ser insignificante no sirve al mundo.
No hay nada de iluminación en hacerte menos,
con el fin de que otras personas no se sientan inseguras a tu alrededor.

Todos podemos brillar, tal como lo hacen los niños.
Todos nacimos para manifestar la Gloria de Dios que se encuentra en nuestro interior.
Esta gloria no está dentro de unos cuantos, está dentro de todos nosotros.
Y cuando permitimos que nuestra propia Luz brille,
inconscientemente damos la oportunidad a otras personas de hacer lo mismo.
Conforme nos vamos liberando de nuestros miedos,
nuestra presencia libera a otros automáticamente."

"Nuestro miedo más profundo" por Nelson Mandela

domingo, 27 de marzo de 2016

Carta de una madre a su hija

Carta de una madre a su hija:
Mi querida hija, el día que me veas vieja, te pido… por favor que tengas paciencia, pero sobre todo trata de entenderme.
Si cuando hablamos, repito lo mismo mil veces, no me interrumpas para decirme "eso ya me lo contaste" solamente escúchame por favor. Y recordar los tiempos en que eras niña y yo te leía la misma historia, noche tras noche hasta que te quedabas dormida.
Cuando no me quiera bañar, no me regañes y por favor no trates de avergonzarme, solamente recuerda las veces que yo tuve que perseguirte con miles de excusas para que te bañaras cuando eras niña.
Cuando veas mi ignorancia ante la nueva tecnología, dame el tiempo necesario para aprender, y por favor no hagas esos ojos ni esas caras de desesperada. Recuerda mi querida, que yo te enseñé a hacer muchas cosas como comer apropiadamente, vestirte y peinarte por ti misma y como confrontar y lidiar con la vida.
El día que notes que me estoy volviendo vieja, por favor, ten paciencia conmigo y sobre todo trata de entenderme.
Si ocasionalmente pierdo la memoria o el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario para recordar y si no puedo, no te pongas nerviosa, impaciente o arrogante. Solamente ten presente en tu corazón que lo más importante para mí es estar contigo y que me escuches. Y cuando mis cansadas y viejas piernas, no me dejen caminar como antes, dame tu mano, de la misma manera que yo te las ofrecí cuando diste tus primero pasos.
Cuando estos días vengan, no te debes sentir triste o incompetente de verme así, sólo te pido que estés conmigo, que trates de entenderme y ayudarme mientras llego al final de mi vida con amor. Y con gran cariño por el regalo de tiempo y vida, que tuvimos la dicha de compartir juntas, te lo agradeceré. Con una enorme sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido, sólo quiero decirte que te amo, mi querida hija.

Reenvío de otro grupo:

Mientras caminaba en mi jardín
ví unos cuantos capullos del membrillo japonés
manifestando otra generación de flores.
 Le pregunté a las flores:
 "¿Son ustedes las mismas flores que murieron en la helada
 o son otras diferentes?"
Las flores me dijeron:
"Thay, nosotros no somos las mismas
 ni tampoco somos otras diferentes.
Cuando las condiciones son suficientes nos manifestamos,
 cuando no son suficientes, nos escondemos.
Tan simple como eso.
Esto es lo que Buda enseñó.
Cuando las condiciones son suficientes,
 las cosas se manifiestan.
 Cuando las condiciones ya no son suficientes
las cosas se retiran.
 Ellas esperan hasta que llegue el momento correcto
 para manifestarse de nuevo.

Thay

sábado, 5 de marzo de 2016

:) buen día

Reenvío de otro grupo:

Ninguno de nosotros saldrá de aquí con vida,
así que por favor,
deja de tratarte a tí mismo mal
hasta en pensamiento.
Come la comida deliciosa,
camina a la luz del sol.
Salta en el océano.
Di la verdad que llevas en el corazón
como un tesoro escondido.
Se tonto.
Se amable.
Se raro.
No hay tiempo para nada más.

Keanu Reeves.

martes, 9 de febrero de 2016

Pensamientos: "LA LIEBRE Y EL TIGRE"

Pensamientos: "LA LIEBRE Y EL TIGRE"
 
Que gran decepción tenía el joven de esta historia, su amargura absoluta era por la forma tan inhumana en que se comportaban todas las personas, al parecer, ya a nadie le importaba nadie.
 
Un día dando un paseo por el monte, vio sorprendido que una pequeña liebre le llevaba comida a un enorme tigre malherido, el cual no podía valerse por sí mismo.
 
Le impresionó tanto al ver este hecho, que regresó al siguiente día para ver si el comportamiento de la liebre era casual o habitual. Con enorme sorpresa pudo comprobar que la escena se repetía: la liebre dejaba un buen trozo de carne cerca del tigre.
 
Pasaron los días y la escena se repitió de un modo idéntico, hasta que el tigre recuperó las fuerzas y pudo buscar la comida por su propia cuenta.
 
Admirado por la solidaridad y cooperación entre los animales, se dijo:
 
"No todo está perdido. Si los animales, que son inferiores a nosotros, son capaces de ayudarse de este modo, mucho más lo haremos las personas".
 
Y decidió hacer la experiencia: Se tiró al suelo, simulando que estaba herido, y se puso a esperar que pasara alguien y le ayudara.
 
Pasaron las horas, llegó la noche y nadie se acercó en su ayuda. Estuvo así durante todo el otro día, y ya se iba a levantar, mucho más decepcionado que cuando comenzamos a leer esta historia, con la convicción de que la humanidad no tenía el menor remedio, sintió dentro de sí todo el desespero del hambriento, la soledad del enfermo, la tristeza del abandono, su corazón estaba devastado, y casi no sentía deseo de levantarse.
 
Entonces allí, en ese instante, lo oyó...
 
¡Con qué claridad, qué hermoso!, una hermosa voz, muy dentro de él le dijo:
 
"Si quieres encontrar a tus semejantes, si quieres sentir que todo ha valido la pena, si quieres seguir creyendo en la humanidad, para encontrar a tus semejantes como hermanos, deja de hacer de tigre y simplemente se la liebre".
 
Desconozco su autor